Nefelibata


Sordo corazón enmudecino lleno de espinas y agónico con esa desolación amarga que le acompaña, sueños que viajan que vuelven que vuelan..recuerdos que ruedan que se mantienen vivos..que se apagan que lloran en una llamada desesperada para ser escuchados. Mentes que traicionan, sentimientos llenos de arena, de polvo... largas esperas, tiempo...solo es tiempo. Aquello con lo que todos soñamos solo requiere tiempo, a veces poco, a veces mucho, a veces no el suficiente..hay veces que hasta demasiado. Pero al igual que requiere tiempo para conseguirse, nada es eterno todo acaba y justo cuando crees que no terminará nunca, vuelve a ser el tiempo el que traiciona, las circunstacias y vuelve el latir de ese corazón afligido..


Una vida está llena de sueños, imaginación, ilusión. Pero la realidad de un soñador está hecha de la misma materia que los sueños, sus sueños, esos que imaginan cada noche, a cada momento, a cada instante, esa mente que traiciona y te hace soñar cosas tan equívocas y deseadas. El limite se encuentra entre realidad y ficción, la vida es sueño y los sueños, sueños son y allí es donde deben quedarse porque no son nada más que simples sueños que acabaran evaporándose o se los llevará el viento..lejos muy lejos. Además si determinados sueños se hicieran realidad provocarían en los soñadores unas situaciones complicadas en las que no sabrían como reaccionar, algo imposible debe quedarse en sueño, algo improbable en realidad.  

marta alcaide sarabia